Poco a poco los consumidores están teniendo en cuenta la posibilidad de elegir un coche eléctrico en lugar de uno con motor de gasolina o gasóil o incluso de los llamados híbridos. Esta evolución se ha debido, sobre todo, al impulso que le están dando los gobiernos de muchos países para hacer frente a la transición energética.
Y es que el objetivo pasa por que en los próximos 20 años, aproximadamente la mitad del parque automovilístico se encuentre poblada por vehículos totalmente eléctricos. Es por ello que los precios estén descendiendo -aunque aún sigan siendo más elevados que los de los automóviles hasta ahora “convencionales”-, y que las facilidades para el repostaje o la autonomía de las baterías mejoren continuamente.
¿Averías?
Al igual que ocurre con los coches que se mueven con combustibles fósiles, los eléctricos son igual de propensos a tener averías, aunque la sencillez de sus motores eléctricos provoca que las relacionadas con la parte mecánica tiendan a ser menores. Obviamente, todos los elementos comunes -que también son muchos- sufrirán los mismos problemas, es decir, cualquier avería relacionada con luces, neumáticos, suspensiones, frenos… tendrá las mismas características o muy similares a las que ahora conocemos.
Esto provoca que la supervisión y la revisión sean esenciales y obligatorias, de modo que sí, los coches eléctricos deben pasar la ITV como cualquier otro automóvil que circule por las carreteras españolas.
¿Cómo se pasa la ITV?
Así pues, si te compras un coche eléctrico es probable que te surjan dudas como las siguientes: ¿cuándo debes pasar la ITV?, ¿cómo se pasa?, ¿cuesta lo mismo?, ¿qué revisan?
Vayamos por partes, respondiendo una por una.
¿Cuándo hay que pasar la ITV de un coche eléctrico?
Por el momento no hay una legislación especial que contemple la revisión de los coches eléctricos. Y aunque la Dirección General de Tráfico (DGT) se esté planteando llevar a cabo algún tipo de modificación para adecuar la ITV a este tipo de coches, por el momento se rigen por las reglas que hay. Esto quiere decir que aunque te compres un coche eléctrico, estarás sometido a los mismos plazos. “Los coches eléctricos tienen la obligación de pasar la ITV de igual modo que cualquier otro vehículo ya que actualmente no hay ninguna ley específica para este tipo de motores ecológicos y no contaminantes”, corroboran desde la web ITV.com.
Así pues, los coches eléctricos deberán pasar la primera Inspección Técnica de Vehículos a los 4 años de haber sido matriculados. Posteriormente, habrán de repetir el proceso cada dos años hasta que llegan a los diez de antigüedad. Después de eso, la ITV se habrá de pasar anualmente.
Una vez que lleves tu coche eléctrico a pasar la revisión has de saber que las pruebas son las mismas, pues, como hemos señalado, no hay cambios en la legislación. Sin embargo, como imaginarás, habrá una salvedad en lo que los mecánicos realizarán, ya que en el caso de este tipo de vehículos, no hay ninguna emisión de gases ni de ruidos. De ahí que sean el futuro de la automoción al no contaminar, ni atmosféricamente, ni a nivel auditivo. Por lo tanto, estas pruebas se eliminarán de la revisión.
¿Qué revisan entonces?
Todo lo demás. Hasta que no haya una norma que entre de lleno en la revisión de los motores eléctricos, los coches de este tipo pasarán las mismas pruebas: frenos, estado de los neumáticos, luces, cinturones de seguridad, estabilidad de la dirección, etc.
A pesar de que cabría suponer que la ITV de coches eléctricos sea más barata porque no se han de pasar dos pruebas (gases y ruidos), generalmente el precio tiende a ser el mismo que el de los coches con combustible y son los propios centros encargados de realizar la inspección quienes marcan el precio final o los descuentos.
Revisión anterior
El hecho de que no se pasen las dos pruebas relacionadas con la contaminación (la de los gases suele requerir que vayas previamente al taller para que te los regulen), no quiere decir que los coches eléctricos no deban pasar una revisión con anterioridad para asegurarse de que todo está correcto.
Así, hay que verificar que las luces se encuentran en buen estado y perfectamente reguladas, que los cinturones de asientos traseros y delanteros están en perfecto estado, que el claxon “pita” bien, que todos los niveles son correctos (líquido del limpiaparabrisas, del aceite, de frenos…) y claro está, que los neumáticos tienen el dibujo adecuado y no está en mal estado o excesivamente gastados.
Aunque todas estas comprobaciones son recomendables antes de visitar un centro de ITV para pasar la revisión, han de llevarse a cabo con asiduidad. Un coche eléctrico se diferencia de uno de gasolina o gasóleo en su motorización, pero, como hemos dicho, los demás elementos son iguales, y por lo tanto, deberás mantenerlos en perfecto estado. A fin de cuentas, la seguridad al volante es lo primero.